Campos de cultivo de las lombrices rojas en Lérida, Vermicompost Lombec
Una empresa de Lérida implanta un sistema innovador que permite transformar de forma natural purines en abono utilizando lombrices.
"Se lo comen por un lado y después de digerirlo lo excretan. La ventaja es que al pasarlo por su organismo le añaden mucha colonia bacteriana que luego es muy rica y beneficiosa para la tierra.", nos explica Ramon Trepat.

Una empresa de Lérida ha encontrado la manera de acabar con los purines transformándolos de una manera totalmente natural en fertilizante orgánico para la tierra. En concreto lo que ha hecho es importar un sistema bastante curioso que ya hace tiempo que funciona en países como Holanda. Han traído unos gusanos de California que se comen el estiércol y los expulsan convertidos en abono.

Esta montaña de estiércol de ganado vacuno será de aquí a un año abono para la agricultura y la jardinería. Para conseguirlo no se utilizará ningún proceso químico puesto que la transformación la harán estos gusanos rojos de California. Los invertebrados se entierran bajo estas filas de estiércol ya compostado y se les suministra agua para que siempre tengan humedad. Cada quince días se añade un nuevo lecho de estiércol. Poco a poco los gusanos se reproducen y duplican su población cada dos meses. Al mismo tiempo se van comiendo el estiércol y cuando lo expulsan se ha convertido en abono natural de gran riqueza orgánica y sin ningún tipo de toxicidad para la tierra.

"Esta colonia bacteriana es lo que lleva incorporado el producto final que comercializamos y que llamamos Lombec. Pero en definitiva es, sencillamente, el proceso de alimentación del gusano: lo que él excreta, es el humus de lombriz que nosotros sacamos y que va tan bien para el crecimiento y fortalecimiento de las plantas", asegura Ramon Trepat.

Vermiculture Innovation, esta empresa de La Noguera (Lleida), ha estado la primera de Cataluña en utilizar gusanos para fabricar abono o vermicompost. Este sistema nombrado vermicultura ya hace años que se utiliza en los Estados Unidos, en Holanda y en Italia con mucho éxito, ya que es una muy buena opción para reciclar las deyecciones ramaderas del vacuno, del bovino y de las aves. En España, este abono se utiliza en los cultivos intensivos de los invernaderos de Almería. De momento, los impulsores de esta iniciativa ya han conseguido distribuidores para su producto en Cataluña y también han exportado algunas partidas a Portugal. Hoy por hoy producen unas 600 toneladas de abono al año, cifra que se podría aumentar si el producto tiene buena aceptación.