Lombrices rojas de california Lombec
"Vermiculture Innovation SL de Lérida es una de las tres firmas que se dedican hoy en España a un negocio poco conocido: conseguir abono de gran calidad mediante el compostaje de residuos orgánicos gracias a lombrices rojas americanas. Se trata de una práctica muy limitada en España frente a otros países europeos, donde es especialmente apreciada, como son los casos de Inglaterra, Francia, Italia o Holanda."

Una empresa de Lérida se dedica a la producción de abono mediante el compostaje de residuos orgánicos utilizando lombrices rojas de California.

La vermicultura es un proceso de compostaje de materia orgánica utilizando lombrices rojas de california. Se consigue un estiércol ya fermentado varias veces directamente asimilable por las plantas y sin las características no deseadas en el estiércol, ya que el humus de lombriz ni se fermenta ni se pudre. Las lombrices son altamente reproductivas siendo capaces de duplicar su población cada dos meses, es decir, que 1.000.000 de lombrices al cabo de un año se convierten en 12.000.000 millones y en dos años transforman 240.000 toneladas de residuos orgánicos en 150.000 toneladas de abono, 100% natural y ecológico. Es un producto de alta calidad, con una gran riqueza orgánica, carente de fitotoxicidad y fácil de manipular. Hoy son solo tres las empresas registradas en España que se dedican a la creación de humus de lombriz, mientras que en países como Inglaterra, Francia, Italia y Holanda, su producción y uso están mucho más extendidos.

En La Noguera (Lérida), la empresa Vermiculture Innovation S.L., se dedica desde hace dos años a la cría y comercialización del humus de lombriz, con marca "Lombec".

La explotación industrial de este sistema, según su propietario, Ramón Trepat, debe partir del concepto básico de que se trabaja con seres vivos que requieren de unas determinadas exigencias en su hábitat, lo cual determinará la eficacia y rendimiento económico del sistema.

La cría industrial de lombrices en el tratamiento de residuos, según explica Trepat, se hace disponiendo los residuos mezclados, con la oportuna población de lombrices en pequeñas pilas de longitud y anchura variables, con una altura aproximada de 30 o 40 cm. Posteriormente se añaden entre 20 y 30 kilos de alimento por lecho en capas de 5 - 10 cm cada 10 - 15 días, aportando la humedad necesaria para la fermentación. El producto final obtenido es de color negruzco, granulado, homogéneo y que posee una elevada carga microbiana que protege la raíz de las bacterias, tiene ph neutro, produce hormonas que estimulan el crecimiento y las funciones vitales de las plantas, además de restaurar el equilibrio de los nutrientes.

La planta productora de Mongai donde se produce el humus de lombriz tiene 40.000 m2, puede llegar a producir unos 4 millones de kilos de humus de lombriz, aunque actualmente su producción depende de la capacidad de reproducción de las lombrices, y se centra en unos 600.000 kilos al año de humus de lombriz, que se comercializa por todo el territorio catalán y español, y en exportación a Portugal.